
Hace exactamente 30 años, mientras completaba mi bachillerato comercial en el Instituto Nacional de Enseñanza Media Diversificada INEM “Jorge Isaacs” de Cali, no imaginé que mi futuro profesional estaría tan profundamente entrelazado con la conservación de la fauna y los ecosistemas acuáticos.
Todo comenzó de manera casual, como suelen comenzar las grandes pasiones.
Lo que inició como un rol administrativo en la Clínica Veterinaria del Zoológico de Cali se transformó rápidamente en mi verdadera educación en manejo de fauna y bienestar animal.
Durante seis años me encargué de la transcripción de historias clínicas de los animales (desde leones y tigrillos hasta aves nocturnas y reptiles), sino que me sumergí en un mundo que cambiaría el rumbo de mi vida profesional.
El manejo de las historias clínicas y el cuidado de la fauna a mi cargo me dieron una comprensión profunda del manejo ex situ y la complejidad de la conservación en cautiverio.
Esta base operativa fue el catalizador que impulsó mi especialización.
Los fundamentos en el Zoológico
Mi trabajo diario me llevó a desarrollar habilidades que trascienden el simple manejo administrativo. Aprendí a preparar dietas especializadas, a realizar medidas y controles de peso, y hasta a manejar bases de radio de comunicación.
Pero lo más importante desarrollé una comprensión profunda del bienestar animal y la importancia de la conservación.
Durante este período, también tuve la oportunidad de coordinar las actividades de los cuidadores (zookeepers), lo que me dio una perspectiva integral sobre el manejo en cautiverio.
Cada especie me enseñó algo nuevo sobre adaptación, supervivencia y necesidades complejas.
Hacia la coordinación del acuario
En noviembre de 2001, se abrió una nueva puerta cuando asumí como Coordinadora del Acuario del Zoológico de Cali. Este cambio representó un desafío enorme que requirió no solo pasión, sino una serie de conocimientos técnicos para gestionar la colección de peces e invertebrados de agua dulce y marinos.
La responsabilidad era abrumadora: nueve exhibiciones de agua dulce (incluyendo acuarios de hasta 40 metros cúbicos), once exhibiciones marinas, dos lagos de biodiversidad, y un complejo sistema de cuarentenas.
Pero cada desafío se convirtió en una oportunidad de aprendizaje y crecimiento profesional.
La ciencia detrás de los acuarios
Varios aspectos marcaron mi experiencia en el acuario. La importancia de la evaluación de la calidad de agua para el sostenimiento de la vida acuática, esta actividad se convirtió en una rutina diaria que marcó la diferencia entre el éxito y el fracaso en el mantenimiento de ecosistemas acuáticos complejos.
El cuidado de los peces e invertebrados me enseñó que hay especies que se adaptan mejor a la manipulación y que a otras, esta intervención les afecta, lo que conlleva a situaciones de estrés que deben ser resueltas.
Aprendí que la preparación de sales para las exhibiciones marinas no es simplemente una cuestión de seguir una receta, sino que requiere un entendimiento profundo de las necesidades específicas de cada especie.
La consecución de peces de agua dulce implicó desarrollar relaciones con pescadores artesanales del Río Cauca y la Laguna de Sonso, así como coordinar con el Museo de Ciencias Naturales del Valle del Cauca (INCIVA).
La investigación como motor del cambio
Mi paso por el Zoológico de Cali estuvo lleno de aprendizajes. En 2001, colaboré en la investigación sobre la cría en cautiverio del Cóndor de los Andes “Yacaira”, que posteriormente se convertiría en un documental.
Esta experiencia me abrió los ojos al poder de la investigación aplicada en conservación.
En el acuario asesoré un primer trabajo sobre “metodologías de manejo en cautiverio de especies ornamentales”, el cual ayudó a transformar mi perspectiva profesional. enlace
Participé en áreas relacionadas con la comunicación de la ciencia a través de mi participación en el programa televisivo “Exploradores por Naturaleza”. Algunos de los temas tratados sobre el manejo de peces en cautiverio fueron: el Pirarucu (Arapaima gigas) enlace, Pez globo (Sphoroides annulatus) enlace, Carpa común (Cyprinus carpio) enlace, Caballito de mar (_Hippocampus ssp.) enlace, Raya de rio enlace, entre otros. Además contribuí con algunas publicaciones sobre animales en el “Zooletin” (publicación trimestral).
Actividades con las que comprendí lo importante que es la comunicación científica.
El aprendizaje en otros lugares
Mi compromiso con el aprendizaje continuo me llevó a participar en entrenamientos en el Dallas World Aquarium PDF y Shedd Aquarium, donde conocí técnicas avanzadas de mantenimiento de acuarios, sistemas de filtración y cuarentenas.



De los acuarios al ecosistema natural
En 2011, realicé un cambio importante: cursar una Maestría en Análisis Ambiental de Sistemas Hídricos (Ecohidrología). Esta decisión no fue fácil, pero significó un avance académico y me proporcionó herramientas para entender los sistemas acuáticos desde otro contexto.
En este camino de aprendizaje y conocimientos inicié el Doctorado en ciencias naturales con una investigación en el campo de la acuicultura. ver
El cambio fue transformador. El doctorado me proporcionó las herramientas científicas para complementar mi experiencia en acuarios y estanques, con los ecosistemas naturales y su compleja dinámica.
Mi tesis actual sobre la Acuicultura ecológica representa la síntesis perfecta entre mi experiencia práctica en manejo de sistemas acuáticos y el conocimiento científico formal.
Aprendizajes y reflexiones
Después de dos décadas en este campo, he aprendido que la conservación no es solo sobre proteger especies individuales, sino sobre comprender y mantener los ecosistemas completos. Los acuarios me enseñaron que cada organismo es parte de una red compleja de relaciones, y que el éxito a largo plazo requiere entender esas interconexiones.
Los estudios de posgrado me han mostrado que estos principios se aplican también a escala de paisaje. Los recursos hídricos no existen en aislamiento, sino que forman parte de sistemas dinámicos donde los componentes bióticos y abióticos interactúan de maneras complejas y fascinantes.
Mi trayectoria es la prueba de que la capacitación continua, la educación académica y la experiencia práctica se complementan de manera poderosa, creando una base sólida para enfrentar los desafíos futuros en la investigación y conservación de recursos acuáticos.
Vivian Yorojo Moreno es Licenciada en Biología y Química de la Universidad Santiago de Cali, Magister en Ecohidrología y candidata a Doctora en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata. Su experiencia incluye más de 15 años en manejo de fauna y ecosistemas acuáticos.